PROBLEMAS EDUCATIVOS

¿Sabías que 1 de cada 10 niños presenta dificultades en la escuela?

La escolarización es un período en el que pueden aparecer un gran número de dificultades para los menores por el alto número de exigencias que se encuentran tanto en el contexto de aprendizaje como de la interacción social con sus compañeros. A esta problemática pueden sumarse dificultades inherentes al propio menor.

¿Puede tener una raíz biológica?

No siempre el rendimiento escolar está relacionado con un cuadro psicológico o con el contexto ambiental o familiar del niño. Entre las causas que pueden provocar dificultades para la adquisición de un ritmo adecuado de aprendizaje estarían:

• Un desarrollo deficiente durante la etapa fetal
• Nacimiento prematuro
• Lesiones provocadas durante el parto (sufrimiento fetal, infección o hemorragia cerebral)
• Caídas accidentales durante la primera etapa de la infancia que provocan traumatismo craneal

En la mayoría de estos casos las consecuencias se hacen evidentes a las pocas semanas, sin embargo, no es infrecuente que éstas puedan pasar desapercibidas hasta la llegada de la etapa escolar manifestándose en forma de complicaciones para adaptarse a los requerimientos evolutivos de su grupo de edad, ya sea a través de la aparición de dificultades académicas, barreras para adaptarse al grupo social o incluso dificultades para llegar a ser autosuficiente.

En estos casos los psicólogos informamos a los padres sobre los signos de alarma para poder realizar una valoración de puntos fuertes y débiles del niño y concretar, en consecuencia, las medidas necesarias para una intervención que le ayude a superar los déficits coordinando, en caso necesario, una aproximación multidisciplinar.

¿Sabías que 1 de cada 10 niños presenta dificultades en la escuela?

La escolarización es un período en el que pueden aparecer un gran número de dificultades para los menores por el alto número de exigencias que se encuentran tanto en el contexto de aprendizaje como de la interacción social con sus compañeros. A esta problemática pueden sumarse dificultades inherentes al propio menor.

¿Cuáles son los signos de riesgo para el rendimiento escolar?

En conjunto, con padres y profesores, tratamos de detectar precozmente la raíz de un bajo rendimiento escolar:

• TDA-H: inatención, impulsividad e hiperactividad, las cuales pueden presentarse las tres juntas o de forma independiente. En cualquier caso, es importante tener en cuenta que resulta más efectiva la intervención si se trabaja a partir de los primeros indicios.
• Dificultades en la lectura o para manejar el razonamiento matemático.
• Relaciones problemáticas con iguales: los compañeros abusan de él, no respeta las normas o hace el payaso para integrarse.
• Problemas fuera del aula: hábitos de estudio inadecuados, ansiedad-depresión infantil, baja autoestima, dependencia excesiva de los padres, preocupación excesiva por los resultados…
• Bajas capacidades no detectadas: bajo rendimiento intelectual, enfermedad neurológica o secuelas de un traumatismo, déficit sensorial (audición, vista, etc.).https://www.alterpsicologos.com/

¿Puede tener una raíz biológica?

No siempre el rendimiento escolar está relacionado con un cuadro psicológico o con el contexto ambiental o familiar del niño. Entre las causas que pueden provocar dificultades para la adquisición de un ritmo adecuado de aprendizaje estarían:

• Un desarrollo deficiente durante la etapa fetal
• Nacimiento prematuro
• Lesiones provocadas durante el parto (sufrimiento fetal, infección o hemorragia cerebral)
• Caídas accidentales durante la primera etapa de la infancia que provocan traumatismo craneal

En la mayoría de estos casos las consecuencias se hacen evidentes a las pocas semanas, sin embargo, no es infrecuente que éstas puedan pasar desapercibidas hasta la llegada de la etapa escolar manifestándose en forma de complicaciones para adaptarse a los requerimientos evolutivos de su grupo de edad, ya sea a través de la aparición de dificultades académicas, barreras para adaptarse al grupo social o incluso dificultades para llegar a ser autosuficiente.

En estos casos los psicólogos informamos a los padres sobre los signos de alarma para poder realizar una valoración de puntos fuertes y débiles del niño y concretar, en consecuencia, las medidas necesarias para una intervención que le ayude a superar los déficits coordinando, en caso necesario, una aproximación multidisciplinar.

Rango de acción del psicólogo

• Actuamos sobre las dificultades presentes para prevenir problemas futuros, poniendo en marcha intervenciones adaptadas a cada caso particular. Con el compromiso e implicación de padres y educadores, nuestro equipo implementará los recursos necesarios:
• Trasladándonos al centro educativo para valorar la situación y consultar con el profesorado y equipo de orientación.
• Efectuando seguimientos para la consecución de objetivos.
• Promoviendo actividades preventivas con la familia y en el aula.
• Impartiendo sesiones de apoyo psi-educativo individuales para los alumnos.