EVALUACIÓN NEUROPSICOLÓGICA
EVALUACIÓN
NEUROPSICOLÓGICA
Cuando tu vida cambia
Cuando sufrimos un daño en el cerebro provocado por un traumatismo (accidente de circulación, agresión, caída) o por una enfermedad aguda (proceso infeccioso) o progresiva (demencia) surgen una serie de alteraciones en el funcionamiento normal de la persona pudiendo provocar importantes desajustes en su vida personal, familiar, social y laboral debido a:
- Disminución de la autonomía para el funcionamiento físico y mental básico.
- Cambios importantes a la hora de organizar las tareas habituales en la marcha de la vida familiar y del hogar.
- Problemas para conseguir mantener amistades y para relacionarse con la gente.
- Cambios en la capacidad para trabajar con eficacia.
¿Qué aporta un psicólogo en estos casos?
En estos casos contar con un psicólogo especialista en neuropsicología puede ser de gran ayuda a la hora de:
- Determinar las alteraciones provocadas por la lesión orgánica cerebral: deterioro cognitivo, alteraciones emocionales, problemas de conducta, trastornos psicopatológicos y cambios de personalidad.
- Determinar los efectos psicológicos producidos por el impacto emocional de una vivencia traumática: trastorno por estrés postraumático, alteraciones del estado de ánimo, problemas de ansiedad, baja autoestima, desadaptación y aislamiento.
- Realizar un diagnóstico diferencial: identificar y distinguir si determinados signos y síntomas tempranos de deterioro cognitivo se deben al proceso normal de envejecimiento, son consecuencia de los efectos de un proceso patológico reversible o son provocados por una enfermedad neurodegenerativa.
- Elaborar dictámenes e informes periciales para el abordaje legal de las repercusiones del daño cerebral: determinación y seguimiento de la incapacidad laboral permanente, indemnizaciones de daños personales por accidente de circulación o por otras causas, valoración de la discapacidad, valoración de la dependencia e incapacitación por causa psíquica.
Cuando tu vida cambia
Cuando sufrimos un daño en el cerebro provocado por un traumatismo (accidente de circulación, agresión, caída) o por una enfermedad aguda (proceso infeccioso) o progresiva (demencia) surgen una serie de alteraciones en el funcionamiento normal de la persona pudiendo provocar importantes desajustes en su vida personal, familiar, social y laboral debido a:
- Disminución de la autonomía para el funcionamiento físico y mental básico.
- Cambios importantes a la hora de organizar las tareas habituales en la marcha de la vida familiar y del hogar.
- Problemas para conseguir mantener amistades y para relacionarse con la gente.
- Cambios en la capacidad para trabajar con eficacia.
¿Qué aporta un psicólogo en estos casos?
En estos casos contar con un psicólogo especialista en neuropsicología puede ser de gran ayuda a la hora de:
- Determinar las alteraciones provocadas por la lesión orgánica cerebral: deterioro cognitivo, alteraciones emocionales, problemas de conducta, trastornos psicopatológicos y cambios de personalidad.
- Determinar los efectos psicológicos producidos por el impacto emocional de una vivencia traumática: trastorno por estrés postraumático, alteraciones del estado de ánimo, problemas de ansiedad, baja autoestima, desadaptación y aislamiento.
- Realizar un diagnóstico diferencial: identificar y distinguir si determinados signos y síntomas tempranos de deterioro cognitivo se deben al proceso normal de envejecimiento, son consecuencia de los efectos de un proceso patológico reversible o son provocados por una enfermedad neurodegenerativa.
- Elaborar dictámenes e informes periciales para el abordaje legal de las repercusiones del daño cerebral: determinación y seguimiento de la incapacidad laboral permanente, indemnizaciones de daños personales por accidente de circulación o por otras causas, determinación del daño moral, valoración de la discapacidad, valoración de la dependencia e incapacitación por causa psíquica.
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